lunes, 26 de febrero de 2018

Círculo de Lectura - Semana 72 - Cyrano de Bergerac

Tercera llamada, se abre el telón.

Entran a escena 12 personas interpretando 31 personajes. Algo de confusión entre los miembros de esta improvisada compañía teatral que hace su debut con le lectura de esta magnífica obra.

El Primer acto comienza con una escena que representa una el cominenzo de una obra de teatro donde Monflury (no McFlury como alguno de los actores pretende decirle) pretende desafiar la prohibición que ha hecho Cyrano de que el actor presente La Cloris, ya que es un pésimo actor y ladra los versos que deberían ser sutiles.

Hay marqueses, lacayos, pajes, damas, un pastelero llamado Regeneau (se pronuncia Reguenó), el Duque De Guiche (de Guish), Le Bret, Valvert, Christián y un mosquetero llamado D’Artagnan. Los actores hablan y se tropiezan con la pronunciación francesa que desconocen. La cantinera vende naranjadas y frambuesas en el palacio de la Borgoña, pero su acento se asemeja más al “Chicles, muéganos, papas” de los estadios mexicas.

Más personajes… Lignieré (Lignier) anuncia a Christián que se va a una taberna a reunirse con … con … “Ese Bato” (¿para que arriesgarse a pronunciar D’Assousy?). Mientras la actriz de Roxana aguarda a su entrada triunfal que le prometieron. Por fin entra en escena Cyrano que hace lo posible por no machacar el diálogo y que se atora de vez en cuando con algún nombre. Roxana espera su turno.

El primer acto cobra fuerza cuando Cyrano ha inventado veinte formas de burlarse de su propia nariz, se batido con Valvert y le ha confesado a su amigo Le Bret (Lev Bret?) que está enamorado de Roxana, misma que sigue esperando su turno para hablar. Ahí es cuando llega la dueña (la nana) de la susodicha quién a nombre de su señora arregla una reunión con Cyrano en la pastelería de Reguenau. Es tal la alegría de Cyrano y está tan lleno de energía que sale a pelear contra cien hombres que están emboscando a Ligniere.

Tras un discurso enaltecedor el héroe se vuelve a una mujer que con atención lo miraba y la llama “bonita”, ante lo cual la actriz se sonroja y algún burlón le grita “no te chives” haciendo pero la situación y generando las carcajadas del resto de la compañía.

Así concluimos la lectura del primer acto sin que Roxana hablara.Nos llevó una hora con cuarenta minutos y nos hizo reír y disfrutar de la obra, pero sobre todo, de la gente que forma esta complicidad para hacer un experimento literario y cumplir el principal objertivo de la tarde: Pasarla bien.

Del Club Dumas, ni hablamos nada.

LA TAREA: Algunos claman que ya se acabe, otros que no deje tarea. Sigamos adelante para que no se haga eterno. Sólo el capítulo X.


Material Extra: Hoy no hay. Luego preparo algo sobre Cyrano.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario